APARATO CIRCULATORIO


El aparato circulatorio está constituido por un líquido (la sangre), que circula por un sistema de tuberías (los vasos sanguíneos: arterias, venas y capilares), impulsado por una bomba (el corazón). Es necesario un sistema de transporte para llevar hasta las células lo que éstas necesitan: los productos de la digestión y el oxígeno. El aparato circulatorio es el encargado de ese transporte. Lleva los alimentos y retira los productos de desecho, permitiendo así que las células funcionen en óptimas condiciones.

La sangre es el fluido que circula por todo el organismo a través del sistema circulatorio. Es un tejido líquido, compuesto por agua y sustancias orgánicas e inorgánicas (sales minerales) disueltas, que forman el plasma sanguíneo y tres tipos de elementos formes o células sanguíneas:

  • Los glóbulos rojos.
  • Los glóbulos blancos.
  • Plaquetas.
Una gota de sangre contiene aproximadamente unos 5 millones de glóbulos rojos, de 5.000 a 10.000 glóbulos blancos y alrededor de 250.000 plaquetas.

LOS GLÓBULOS ROJOS

También denominados eritrocitos o hematíes, se encargan de la distribución del oxígeno molecular (O2). Son tan pequeños que en cada milímetro cúbico hay cuatro a cinco millones, midiendo unas siete micras de diámetro. No tienen núcleo, por lo que se consideran células muertas. Los hematíes tienen un pigmento rojizo llamado hemoglobina que les sirve para transportar el oxígeno desde los pulmones a las células. Una insuficiente fabricación de hemoglobina o de glóbulos rojos por parte del organismo, da lugar a una anemia, de etiología variable, pues puede deberse a un déficit nutricional, a un defecto genético o a otras causas.

LOS GLÓBULOS BLANCOS

También denominados leucocitos tienen una destacada función en el Sistema Inmunológico al efectuar trabajos de limpieza (fagocitos) y defensa (linfocitos). Son mayores que los hematíes, pero menos numerosos (unos siete mil por milímetro cúbico), son células vivas que se trasladan, se salen de los capilares y se dedican a destruir los microbios y las células muertas que encuentran por el organismo. También producen anticuerpos que neutralizan los microbios que producen las enfermedades infecciosas.

PLAQUETAS

Son fragmentos de células muy pequeños, sirven para taponar las heridas y evitar hemorragias.



LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA

El proceso circulatorio es un circuito cerrado que se inicia y finaliza en el corazón. El corazón está formado por cuatro cavidades: dos aurículas (parte superior) y dos ventrículos (parte inferior). Por las aurículas entra la sangre al corazón y por los ventrículos sale de este. Por las venas entra la sangre al corazón y por las arterias sale la sangre del corazón. Por tanto las venas acaban en las aurículas y las arterias parten desde los ventrículos.

Todo el proceso circulatorio se divide en dos partes que se denominan: Circulación mayor o general: circulación de la sangre oxigenada por todo el cuerpo y el retorno de la sangre venosa de todo el organismo hacia el corazón. Circulación menor o pulmonar: circulación que envía la sangre venosa a los pulmones y que recogiendo el oxígeno de éstos, introduce en el corazón la sangre oxigenada.

ALGUNAS ENFERMEDADES

Enfermedades de la sangre: la mayoría de estas enfermedades tienen el origen en un mal funcionamiento de la médula ósea roja responsable de la formación de las células sanguíneas.
Anemia: sus principales síntomas son la fatiga y la pérdida de energía como consecuencia del deficiente aporte de oxígeno a las células. La sangre contiene una baja cantidad de hemoglobina. La anemia más común es la que se produce por falta de hierro que es un componente esencial de la hemoglobina.
Hemofilia: se caracteriza por problemas en la coagulación de la sangre. En el proceso de coagulación se necesitan una serie de sustancias llamadas factores de coagulación. Los hemofílicos carecen de alguno de estos factores y pueden sufrir hemorragias espontáneas. Es una enfermedad genética.
Leucemia: es una forma de cáncer que afecta a las células de la médula ósea que es el órgano encargado de fabricar la sangre. Se produce un aumento del número de glóbulos blancos en la sangre, disminuyendo el número de glóbulos rojos y plaquetas. A pesar del aumento de los glóbulos blancos, éstos son incapaces de luchar contra las infecciones.

Enfermedades cardiovasculares: afectan al corazón y a los vasos sanguíneos.
Arritmias: el corazón sigue un ritmo constante de contracciones y dilataciones bajo el control de unos nódulos situados en la pared del corazón. Estos nódulos pueden alterar su ritmo fijo, provocando contracciones y dilataciones no acompasadas que hacen que la sangre llegue con menos eficacia a los órganos vitales, causando una serie de molestias. Se corrige con el uso de marcapasos. La taquicardia es una aceleración del ritmo cardiaco que se mantiene durante algún tiempo. La bradicardia consiste en la deceleración del ritmo cardiaco.
Arteriosclerosis y Aterosclerosis: aunque a menudo se confunden, ambas enfermedades no son exactamente lo mismo. La arteriosclerosis es un endurecimiento de las arterias lo cual dificulta el flujo sanguíneo. La aterosclerosis se produce al depositarse en el interior de las arterias placas formadas por la acumulación de grasas y colesterol. La placa hace que el diámetro de la arteria sea cada vez más estrecha y las paredes más rugosas, que pueden desencadenar la formación de un coágulo que llegue a obstruir una arteria. El ateroma es una placa que se forma en la pared arterial.
Cardiopatías: agrupa distintas alteraciones del corazón, válvulas o paredes.
Infarto de miocardio: se produce cuando un coágulo tapona alguna de las arterias coronarias que rodean al corazón y que son las que le suministra oxígeno y nutrientes, produce la muerte de las células musculares a las que nutría por lo que una parte del corazón deja de funcionar. Suele manifestarse por un fuerte dolor en el pecho que se extiende hacia el costado y lado izquierdo.
Angina de pecho: se produce también por una falta de oxígeno transitoria pero sin necrosis (muerte de células del miocardio).
Hipertensión: la tensión arterial es una medida de la presión de la sangre en el interior de las arterias. Como es distinta en sístole (mayor) que en diástole (menor) se dan dos valores, conocidos como máxima y mínima. Debido a diversas causas, esta presión puede alcanzar valores muy elevados, situación denominada hipertensión. Existe riesgo de ruptura de los vasos (derrame), o de fallo del riñón.
Insuficiencia coronaria: las arterias coronarias son las que aportan los nutrientes que necesitan las células del corazón. Si este aporte es menor del necesario se habla de insuficiencia coronaria.

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